En los últimos años, los políticos de izquierda y los periodistas que les son afines han estado propalando la idea de que el inmovilismo de Rajoy es lo que ha producido el incremento de independentistas en Cataluña. Esto es una falacia. El independentismo ha crecido porque desde hace más de diez años se ha permitido que los nacionalistas utilicen los medios públicos y las escuelas para captar adeptos, y también por dejar que subvencionen, con dinero de todos los españoles, a Ómnium y ANC para hacer la labor de calle.
La oferta de diálogo de Pedro Sánchez, de momento, no da resultado y no se le ve futuro. Las burlas y desplantes de Puigdemont y Torra es posible que a la justicia no le digan nada, pero a los catalanes no independentistas y al resto de los españoles les está llegando al alma.
Cataluña tiene un cáncer y hay que extirparlo cuanto antes, cueste lo que cueste, no podemos permitir que cualquier día a una democracia occidental se le ocurra reconocer algún derecho a Cataluña. Entonces habremos perdido la batalla y quizás también a Cataluña.