Avenida de Ronda, zona Tamarit, aceras reventadas debido a las raíces de los árboles existentes; alumbrado pésimo, tuberías de agua potable en mal estado. Todo esto ya está arreglado. ¡Bien, bien, bien! El Ayuntamiento ha acometido las obras la primavera pasada y lo hizo en un tiempo récord. Para el verano, estaban terminadas las obras. Chapeau al Consistorio. Ahora bien. Se les ha pasado de largo una de las cosas más importantes en la actualidad, unos reductores de velocidad en la calzada o paso de peatones elevado. Cualquier cosa es factible, debido a las velocidades a las que pasan los vehículos.
Señores ediles, hagamos caso a los refranes: “más vale prevenir que lamentar” o “más vale tarde que nunca”.