La espectacularidad del Campeonato Mundial de Windsurfing celebrado en Santa Pola se ha trasladado también a los dispositivos de seguridad.
Policía Local, Guardia Civil, Bomberos, Cruz Roja y Protección Civil se han encargado de garantizar y velar por la seguridad de participantes y curiosos. En total más de 200 personas han formado parte de este amplio dispositivo de seguridad creado para la ocasión.
Una media de 30 voluntarios y empleados de Cruz Roja se han repartido el trabajo para cubrir las zonas de tierra y mar. Algunos de ellos se han desplazado desde distintos puntos de la provincia. Miembros de Cruz Roja han explicado que “no hemos realizado ningún servicio urgente. Lo más habitual han sido desmayos o pequeños cortes fruto de la competición”. Asimismo, disponían en el recinto de dos puestos de socorro, uno situado en la entrada de la Wind Race Village y destinado a regatistas y acreditados y el segundo, localizado en la playa, para atender al público. Por si esto fuera poco, contaban con dos ambulancias durante todo el evento para posibles incidentes graves.
Mientras tanto Protección Civil ha destinado aproximadamente 15 efectivos para cada uno de los días de competición. Según nos han explicado sus miembros se han encargado de funciones tales como seguridad interna, control de acceso de vehículos y de la zona de playa, asistencia sanitaria, ...
Para atender los posibles incidentes que se pueden producir en un evento de tal magnitud, ambos organismos (Cruz Roja y Protección Civil) levantaron dos hospitales de campaña perfectamente dotados de material y personal sanitario. Destacar que uno de ellos estaba habilitado con un helipuerto, tal y como figura en el Plan de Emergencias.
Con respecto a la Policía Local de Santa Pola ha reforzado su servicio diario con más de diez agentes, de ellos seis paseaban a pie por el recinto y los restantes iban a bordo de las embarcaciones con el fin de vigilar la bahía santapolera.
Por su parte, la Guardia Civil de la localidad ha destinado 12 agentes que diariamente se encargaban de visitar la zona para garantizar la seguridad de los regatistas, familiares y vecinos. También han estado presentes desde las alturas, durante estos días helicópteros sobrevolaron la zona para vigilar desde el cielo la Wind Race Village.
Como ven, seguridad tanto dentro como fuera del campo de regatas.