Cayó el telón del XI Campeonato del Mundo de Fórmula Windsurfing y toca ahora el tiempo de reflexión y análisis de todo lo acontecido durante los once días que duró la competición. Los gestores del macro evento repasarán una y otra vez todo lo ocurrido desde la finalización del Campeonato Europeo que se desarrolló en nuestra localidad en 2.007, hasta las primeras horas del domingo 20 de septiembre, en que con acordes musicales con sabor a despedida, cada uno de los hacedores de este Mundial regresen a sus hábitos naturales. Más allá de errores y aciertos, algo fundamental para beneficio de la ciudad queda como un nuevo patrimonio: Santa Pola es CONFIABLE, no sólo en la Provincia de Alicante, en la Comunidad Valenciana, en todo el territorio nacional y en el mundo, para organizar con éxito un evento que convoque deportistas de todo el planeta. De ahora en más cualquier disciplina deportiva de nuestro pueblo partirá con grandes posibilidades de adjudicarse alguna cita nacional o mundial, pues por detrás siempre estará la tarjeta de presentación inmaculada que deja para el futuro este Campeonato Mundial de Fórmula Windsurfing. No perdamos de vista que este Campeonato Mundial ha sido avalado por el Concejo Superior de Deportes, máximo órgano de decisión deportiva de nuestro país. A la luz de lo acontecido antes, durante y seguramente después de esta formidable cita mundial, no cabe duda que este ente rector siempre dará el visto bueno a cualquier iniciativa que provenga de algún club de nuestra villa. También la Generalitat Valenciana, quien apostó desde el inicio de las gestiones por la puesta en marcha de este evento y también nuestro Ayuntamiento y los numerosos patrocinadores quienes no escatimaron esfuerzos para que el sueño de muchos se hiciera realidad. De un recorrido hecho durante los once días, a cualquier hora, en cualquier sitio, entre deportistas participantes, espectadores en las gradas durante las mangas, en cualquier terraza de la ciudad, sólo escuchamos loas y felicitaciones para los casi 300 voluntarios que dieron todo de sí para que el Mundial fuera el mejor reclamo para Santa Pola, 300 voluntades que fueron tan protagonistas en tierra como los competidores en el mar. Las muestras definitivas las dieron los dos campeones que llevarán a Santa Pola entre sus mejores recuerdos. El australiano Steve Allen a pocos minutos deposeer el cetro de Campeón del Mundo comentó que “la organización de Santa Pola ha sido perfecta. La carpa, el césped artificial, la comida, los detalles fueron muy buenos y si a eso le sumamos un viento increíble, este Mundial pasará a la historia como el mejor”. Por su parte, la polaca Marta Hlavati, quien ganó el título mundial en los últimos metros, reconoció que “me impactó mucho la perfección de la organización. Disponer de masajes, excelente comida, un locutor explicando con detalles lo que ocurría, los horarios exactos, en fin, no tengo más que palabras de agradecimiento a Santa Pola por los días que he vivido aquí”. Coincidencia total en gente que ha disputado varios mundiales.