- La deportista mantiene un durísimo plan de entrenamientos, nutrición y estudios técnicos para conseguir “en un año y medio o dos, dar caña en los absolutos”

Histórica marca en el Campeonato Europeo para la regatista santapolera Claudia Adán, quien se proclamó subcampeona de Europa Sub 21, en el campeonato celebrado en el Real Club Náutico Puerto de Pollensa, donde ella y Marina Serrano se desplazaron para disputar la prueba, junto al equipo de la Real Federación Española de Vela. La categoría en la que compitió fue ILCA 6.

Por otro lado, Marina Serrano, también del Club Náutico, alcanzó un excelente 16º puesto. Desde el club aseguran que los resultados no podrían ser mejores y ponen de manifiesto “el nivel y la proyección de las regatistas, así como los años de trabajo empleados en su dedicado entrenamiento”.

Tan sólo 20 años

Claudia Adán, santapolera de 20 años (cumplidos el 6 de abril), regatista y deportista del Proyecto FER, no se imaginaba que podría llegar a competir a este nivel. El Campeonato Sub 21, y su subcampeonato, vino después de un 18º puesto en el Campeonato de Europa Absoluto, que tuvo lugar a finales de febrero, quedando justo por detrás de la mejor regatista española en esa competición, Ana Moncada.

La Real Federación, teniendo en cuenta que no era ésta su categoría, le marcó un objetivo: quedar entre las 40 primeras (de 110 competidoras), por lo que ha cumplido con creces.

Duro entrenamiento

Claudia Adán se mostró segura de que podría llegar a conseguir una buena posición en Sub 21, porque este año ha entrenado duro, ha ganado masa muscular, lo que le ha permito medirse de tu a tu con las mejores. Además, hay que tener en cuenta que el paso de Juvenil a Sub 21 es más grande de lo que se cree, “porque competimos contra gente que va a las Olimpiadas”, afirmó.

En declaraciones al Periódico Santa Pola, Claudia Adán explicó que ha cubierto los objetivos en los internacionales de Sub 21, pues quería asegurar un top 5, “pero es cierto que, cuando se dan las condiciones, de menor viento y más planteamiento estratégico que físico, se me da mejor y sé que puedo optar a un top 3. En este caso, quedé segunda”.

El Mundial de Marruecos, celebrado en el mes de octubre, por el contrario, no ofreció los mejores vientos para la santapolera, “porque ahí era todo físico, no importaba tanto la táctica”. Aquí quedó 12ª, “pero, si no se dan mis condiciones, es complejo estar en el top 3”, de ahí que se esté preparando duramente con un nutricionista, para conseguir masa y fuerza.

El top 8 en Portugal

“Al ver el parte de condiciones, esperaba el top 5”, aseveró, en referencia al Campeonato de Europa. Pero mira adelante, nuevamente, hacia un Mundial Sub 21, que se llevará a cabo en Portugal. “Mi objetivo es compararme con el de Marruecos y ver si el trabajo físico ha tenido resultados”. En Portugal hay viento, vientos fuertes, “pero llevo varios años preparándome para esto. Espero superar el resultado y confío en entrar en el top 8”.

Sabe que tendrá que mejorar su nivel Absoluto. “Soy consciente de que si los vientos son flojos y tenemos un campo estratégico, se me suele dar bien. En teoría, sólo tengo que trabajar la parte más fácil, que es el peso. Aumentar mi masa muscular para ser competitiva. Creo que es bastante factible”, explicó.

Absoluto

A nivel de resultados, en Absoluto, recuerda el Europeo de Atenas, “donde pude participar con la Federación Española. Me alegró saber que pude quedar la 18 y, además, la segunda española, detrás de Ana Moncada, la que actualmente va a los juegos”.

Por desgracia, y pese a que su sueño deportivo son las Olimpiadas, no tiene la oportunidad de ir a París 2024, “ya que Moncada será la representante. Pero estoy muy contenta de haber quedado sólo a un punto de ella en la clasificación de la regata que decidió que ella iría a los Juegos Olímpicos, el Europeo de Atenas”.

Cambios

Como ya se ha indicado anteriormente, de Juveniles a Sub 21 el cambio es drástico, pero en Absoluto hay una gran diferencia. Apuntaba Claudia a que “el rango de edades en Juveniles es medianamente pequeño y siempre he estado compitiendo con las mismas personas, las mismas chicas extranjeras desde que hacía K4. Cuando llegas a Absoluto el rango de edad se amplía y, además, te mides con personas que se han especializado, que viven del deporte”.

En el caso de Adán, que compagina estudios con la competición de alto rendimiento, “es difícil medirse con estas personas, pero con entrenamiento, dedicación y tiempo se puede llegar a su nivel”.

Un duro plan

En su caso, tiene una preparadora física, que le planifica temporada y entrenamientos (en virtud de cómo están distribuidas las competiciones), “pero principalmente, como estudio en Valencia, los principales bloques de entrenamiento los hago con el entrenador de la Federación Española -dos bloques de diez días al mes- y, el resto de días, mi preparadora física y entrenadora (según el nivel de fatiga e intensidad que he llevado) me configura los entrenamientos en Valencia”.

En la capital del Turia entrena en el CETEC, que es el Centro de Tecnificación de la Comunidad Valenciana, “donde nos encontramos deportistas seleccionados y, cuando no estamos con la Federación, estamos ahí”. A nivel físico, también tiene una preparadora exclusiva, “y entreno entre cuatro y cinco días de gimnasio y aeróbicos”.

Una psicóloga deportiva le ofrece sesiones para potenciar el aspecto psicológico y, además, “la Federación me facilita acudir a un fisio, que me viene bastante bien porque, a raíz de la última competición, tengo una lesión. En dos semanas he acudido cuatro veces y, la semana que viene, tras un mes de parón, retomaré entrenamientos”.

A todo esto hay que sumar la subida de peso, gracias también al consejo de su nutricionista, “porque comencé con 56 kilos hace año y medio y, ahora, tengo 64 kilos. Todos ganados en masa muscular. Mi objetivo es llegar a 68, aunque lo ideal son 70 para competir a la perfección a nivel absoluto”.

Su deporte

Su categoría, ILCA 6, conocida anteriormente como Láser Radial, supone el competir en una embarcación individual. A nivel internacional, las competiciones duran seis días. “Cada día se hacen dos mangas. Una manga es completar un recorrido marcado por boyas. Al final, tu posición en la clasificación final es el resultado obtenido sumando todas las mangas. El que tenga más puntos, gana”.

La particularidad de este deporte es que no sólo se trata de llevar el barco y llevarlo rápido, “porque el viento cambia, influye la geografía del terreno, borrascas, nubes, tormentas. Ahí está lo interesante de este deporte”.

Nubes, montañas y vientos

Las competidoras suelen acudir días antes de la competición al lugar donde se celebra, hacen estudios históricos del viento en otras fechas y años, se estudia la geografía, “porque tienes que saber, por ejemplo, que si el viento te viene de tierra tiene mucha importancia la forma de una montaña, ya que tendrá un efecto si da a uno u otro lado del campo de regatas”.

Estudian, además, los tipos de nubes, “pues debemos saber que si a la izquierda del campo hay una nube de un tipo, habrá o no habrá viento, podrán bajar fuertes rachas”. En resumen, saber leer el campo y leer la meteorología, “lo que hace interesante a este deporte, distinto de los demás”.

Cuando el viento sopla, es el estado físico del deportista una de las claves, “porque aunque no lo parezca, esto es un deporte muy físico. Dependemos de nuestro peso y, como en cualquier deporte, hay que tener capacidad de sufrimiento, sobre todo esos días”. Considera una de sus virtudes que, a pesar del bajo peso, “tengo bastante capacidad de aguantar, lo que me hace estar ahí, como en el Mundial de Marruecos. Fuertes vientos cada día, y quedé primera española Juvenil”.

A futuro

A día de hoy, su objetivo principal es “ser competitiva con fuertes vientos. En el momento que lo consiga, lograré grandes cosas. Calculo que entre año y medio o dos años llegaré ahí, dando caña en los absolutos”.