El pasado sábado se vivió en el Manolo Maciá el que quizás fuera el partido más completo del Santa Pola en lo que llevamos de temporada.
Aunque sin duda el jugador más destacado fue Jhony, que firmó su mejor actuación desde que milita en el Santa Pola, la verdad fue que todas las líneas mostraron un gran nivel y el equipo tuvo fases de gran futbol. Y este gran trabajo se vio recompensado con una más que merecida victoria por 3-1 frente al Montesinos; equipo de la parte media alta de la clasificación y que únicamente contaba con un punto menos que el Santa Pola.
Ya desde el inicio el Santa Pola dio muestras de querer la victoria y desde el minuto uno se jugaba en campo visitante. Esa presión dio como resultado un saque de esquina que acabó rematando Miguel de manera impecable dando origen al primer gol de la tarde. La seguridad de la zaga evitó que Riki tuviese que intervenir y aunque al descanso se llegó con una diferencia mínima en el marcador, la realidad es que el partido parecía controlado en todo momento.
En la segunda mitad el juego incluso mejoró, y un Jhony pletórico realizó una genialidad dentro del área que acabó convirtiendo en el 2-0 cuando corría el minuto 67. Este gol tendría que haber sido la puntilla, tal y como se desarrollaba el juego, pero el Montesinos no es un equipo fácil de batir y estaba dispuesto a plantear batalla. Y en esas, en el minuto 71 consiguió acortar distancias. Había partido y se temía porque los nervios pudiesen aflorar en el cuadro local, pero ocurrió todo lo contrario. Dos minutos más tarde Sigu culminaría otra gran acción de Jhony para establecer el 3-1 que, ahora sí, mataba el encuentro. Los minutos finales sólo sirvieron para que el Santa Pola se gustara jugando al fútbol y dejara pasar el tiempo hasta que el árbitro decretara el final del encuentro.
Con los tres puntos conseguidos, y el buen futbol desplegado, el Santa Pola asciende a la cuarta posición y recibe una inyección de moral de cara al importantísimo choque del domingo que le medirá al Intercity Sant Joan, actual colíder del grupo octavo, de nuevo en el Manolo Maciá.