La palabra injusticia define perfectamente lo que se vivió en el partido que enfrentaba al Bahía Santa Pola Femenino frente al Levante en Valencia. No se puede poner un pero al equipo y al planteamiento de un partido al que acudieron sin la portera titular y con tan solo once jugadoras. Dos interpretaciones del árbitro de forma continuada decidieron un partido igualado de principio a fin. A tan solo 20 del final del encuentro, no pitó un posible penalti y señaló un fuera de juego inexistente. Perdieron el encuentro por 1 a 0.