- La jugadora de balonmano, portera del Mecalia Atlético Guardés, en la gallega localidad de A Guarda, personifica los grandes valores que definen al deporte y la cultura del esfuerzo
24/6/2023.- La jugadora de balonmano Míriam Sempere, que milita como portera en las filas del Mecalia Atlético Guardés (de la gallega localidad de A Guarda), en División de Honor (la máxima categoría a nivel nacional), asegura que los resultados no acompañaron al principio de temporada. “Afortunadamente”, declara, “se remontó y pudimos llegar a competir en Europa, alcanzar las semifinales de la Copa de la Reina y jugar el Playoff de la División. Pese al mal inicio, creo que lo arreglamos”.
A nivel personal, declara que su temporada ha sido altamente positiva: “he crecido mucho, tanto a nivel deportivo como mental. Se ha confiado en mí y, cuando he tenido que dar lo mejor de mí lo he hecho. Me siento muy contenta”.
De la EHF European Cup, han conseguido el subcampeonato. Una competición que puede clasificarse como la tercera a nivel de Europa “estando sólo por encima la Champions y la European Leage. No nos enfrentamos con los mejores equipos de cada país, pero sí entre el tres y el cinco, en función del territorio”. Históricamente, los conjuntos españoles suelen tener buenos resultados en esta liga, y el Mecalia Atlético Guardés no ha defraudado, “porque llegar a la final ha sido algo positivo para nosotras”.
Tallín
Dos partidos fueron, ida y vuelta, los que disputaron frente a los turcos. “El primero fue en La Sangriña, en A Guarda (La Guardia), donde ganamos de seis. Fuimos a Tallin con buenas sensaciones pero, una vez allí, y no contando con las mejores condiciones, al final las cosas no salieron como nos hubiera gustado. Al final, perdimos por amplio margen y fueron ellas las que se llevaron el título”.
Sempere asegura que “lo importante es que el equipo lo dio todo. A veces hay cosas contra las que no podemos luchar y ese subcampeonato de EHF no era esperado. Una final histórica para el club y estamos muy orgullosas”. También celebra que ha renovado con su equipo un año más, “y espero obtener muchos más logros. La temporada que viene estará marcada por los cambios, porque hay ocho jugadoras nuevas, y será muy joven. Estoy segura de que haremos un buen grupo, que lucharemos por todas las competiciones posibles porque, al final, es lo que cuenta, luchar” y así alcanzar objetivos.
Selección Española
También ha conseguido la medalla de bronce en el Campeonato de Europa de Balonmano Playa, una convocatoria con la Selección que le ha ilusionado mucho. “A mitad de temporada”, explica, “nos preguntaron a un grupo de jugadoras la disponibilidad que teníamos. No sabía que acudiría al europeo pero, al estar dentro del grupo de 35 jugadoras, sí que tenía una posibilidad. La verdad es que me hizo una gran ilusión cuando me lo comunicaron”.
“Ha sido muy especial para mí”, asegura Míriam Sempere, “porque, desde pequeña, era mi sueño. Al final, formar parte de la Selección Española, vivirlo desde dentro, no es lo mismo. Estoy muy agradecida por la oportunidad. Lo viví intensamente y conseguimos medalla. Era nuestro objetivo, estar entre las mejores, y lo logramos. Siempre se quiere más, está claro, pero un bronce siempre sabe bien”.
¿Pista o Playa?
Es jugadora tanto de pista como de playa, por lo que la pregunta es casi obligada: ¿Hay mucha diferencia entre ambas superficies? “Sí... se llama balonmano playa, pero poco tiene que ver. La playa es más espectacular, no hay bote de balón... es un deporte diferente y cada uno tiene lo suyo. No podría decir con cuál me quedaría, porque son momentos distintos. El balonmano lo miro más en el entorno profesional y el playa, cuando llega el verano, tenemos una liga por toda España. No llega al mismo nivel, pero sí es elevado, además de que puedes entrar en la Selección”.
“En mi opinión”, desgranaba la portera del Mecalia Atlético Guardés, “el balonmano playa es un gran complemento para los jugadores de pista, porque la liga para tres meses y, durante ese tiempo, si lo practicas no estás parado, estás practicando un deporte que está muy relacionado”. Apuntaba que, para los próximos Juegos Olímpicos, esta modalidad está en la agenda deportiva como exhibición. “Creo que, cuando se consiga, será un gran avance”, apostilló.
¿Por qué portera?
Sus inicios en el mundo del balonmano vienen de la mano de su hermano, que también lo practicaba, “él también era portero y... yo, pues también portera”. En Santa Pola comenzó en todas las posiciones, “y me gustaba bastante ser jugadora. De hecho, acudía a un sector en Torrellano siendo lateral, no portera, en Infantiles. A la hora de la verdad, cuando me llamó la Selección Valenciana ya me pusieron en portería. Si ellos lo hicieron, sería porque vieron algo. Así ha sido, pues jugando de portera he llegado lejos”.
El éxito en su carrera deportiva no ha venido de forma regalada, porque, “todo es trabajo, trabajo, trabajo. Hay veces que las cosas salen mejor, otras peor. A veces llegas a los objetivos que te marcas. Otras no salen como tu piensas que deberían salir. Es la constancia, el saber que, aunque un día no juegues o no tengas el rol que tu piensas en el equipo, sea la posición que ocupes has de recordar que se necesitan a todos y cada uno de los componentes”.
Abundó en el hecho de que se han de tener los pies en la tierra, ir poco a poco “y no desistir nunca, así es como se alcanzan las cosas”.
Físico y mental
La liga de la que su equipo forma parte es plenamente profesional, “y hemos de ser conscientes de que se debe de cuidar la alimentación y el descanso. Una buena preparación física es crucial, imprescindible para poder rendir al nivel que se exige. Sin ello, los objetivos no se cumplen”.
Destacó que es una visión que responde tanto a nivel personal como de equipo, “porque si no se está al cien por cien, no se puede ayudar al equipo. Hay que mentalizarse de que lo importante no es sólo el partido, sino lo que hay detrás, el trabajo diario”.
Pero Míriam Sempere no es sólo una persona que ha conseguido llegar a la cima en materia deportiva, también en los estudios, “porque sabía que el deporte no debía serlo todo. Soy fisioterapeuta y, durante este año, he estado compaginando el trabajo en una clínica más el trabajo de equipo”. Apuntó que esta doble vertiente, estudios y deporte, debe ser compaginada por todos los que quieran llegar a la cima deportiva, “porque, al final, el tener una profesión hace que tu vida sea distinta. Te permite relajarte, alejarte de las preocupaciones del equipo y tener la mente puesta en otra actividad”.
Insistía en el hecho de que “te hace sentir muy bien el ser productiva” y en la importancia de saber que “el día de mañana, pase lo que pase con el balonmano, vas a tener una carrera, otra oportunidad”.
Retos
A nivel deportivo, seguir dándolo todo con el equipo, “porque debemos a la afición la llegada de un título”. Luchará por ser jugadora de la Selección Española de Balonmano, “porque ha sido una experiencia muy buena, me gustaría seguir formando parte de ella”. Y, a nivel más personal, “seguir superándome en mi trabajo, formándome a través de cursos y de la práctica de mi profesión”.
De momento, regresar a Santa Pola no está entre sus primeras prioridades, “porque estoy viviendo en Galicia. Aunque nadie sabe qué puede pasar, más en el deporte. Mi futuro está ligado con volver a casa, por supuesto, pero en algún momento de mi vida... no sé cuándo”.
Mantener el equilibrio entre la carrera deportiva y la vida personal, “tiene que ver con la educación que recibes. A nadie le gusta trabajar, estudiar... pero no todo puede ser deporte. Las prioridades han de ser claras y hay tiempo para disfrutar, estudiar, jugar. Intentando que haya una buena sincronía entre todas las cosas ayudará a que te sientas mejor y, en un futuro, que no te arrepientas de nada”.