Sabor agridulce el que nos dejó la jornada del domingo en Salinetes. La parte dulce, que el equipo quiso tener la bola. Buen trabajo en todas las líneas y ocasiones de gol durante todo el partido. La parte amarga, un par de fallos defensivos que marcaron el partido.
Primera parte igualada con llegadas por ambos equipos, con un Valencia que quería demostrar el por qué está peleando por ganar la liga con un planteamiento muy valiente sobre el campo. Todo dio un giro en el minuto 41 con una buena jugada al primer toque del Valencia que terminó en gol. Castigo duro por el minuto en que fue, pero todo empeoró en la siguiente jugada, un balón sin aparente peligro terminó convirtiéndose en el 0-2 que destrozó anímicamente a nuestro equipo. Pudo cambiar el partido en la siguiente jugada, justo antes del pitido final de la primera parte donde una contra dejó a Eli sola en un mano a mano con la portera que evitó el gol. Se llegó al descanso con un resultado que no podían explicar ni las propias jugadoras.
La segunda parte transcurrió por el mismo camino. Buen juego de los dos equipo y dos balones parados que volvían a penalizar a las nuestras con un 0-4 final muy duro de asimilar.
Así se cierra la primera vuelta del torneo, pero esto es fútbol y a veces pasan estas cosas. Este sábado vuelve la liga a Salinetes donde las guerreras se lo dejarán todo en el campo para empezar con buen pie la segunda vuelta.