Pedro Bonmatí Bo, un niño santapolero de tan solo seis años de edad, ha participado en la final de la Liga Social de Doma Clásica de Alicante celebrada el pasado 4 de noviembre en las instalaciones del CE La Buitrera en Monóvar. Se trata del jinete más joven de una liga compuesta por más de 100 jinetes participantes en diferentes categorías. En esta liga, que se compone de cinco concursos más la gran final, se realiza en diferentes centros ecuestres de la provincia, ha participado con su poni categoría B de nombre Lady Taizen en una final de la categoría AP (correspondiente a asiento y posición) que está compuesta por 30 binomios, quedando finalmente en la duodécima posición. “Él está compitiendo con niños de hasta doce años, por lo que haya terminado en la duodécima posición es bastante meritorio. Hay que añadirle una dificultad más, y es que su pony no tiene experiencia en doma. Es él mismo, junto con sus profesores, quien está educando a Lady Taizen”, explica José Pedro Bonmatí, padre del jinete, a lo que añade que “estamos muy contentos del trabajo que ha realizado Pedro porque, aunque era el más pequeño de todos, ha demstrado que el trabajo está dando sus frutos”, explica José Pedro Bonmatí, padre del jinete. Este santapolero entrena, durante cuatro días a la semana, en el Club Hípico Los Árabes (en Valverde) bajo las instrucciones de los también jinetes santapoleros David Bonmatí y Sara Alcaraz. “Pedro está en edad de disfrutar de este deporte, que es su pasión desde que tenía dos años, no queremos que empiece a competir ni que se marque objetivos imposibles. Nosotros tenemos un dicho que es ‘más que competir, soñar’, es algo que le estamos inculcando desde que comenzó en este deporte”, comenta José Pedro Bonmatí. Y es que es de su padre de quien le viene esta afición por la hípica, quien explica orgulloso que el tiempo libre del que dispone Pedro quiere pasarlo casi al cien por cien con su pony Lady Taizen, asegurando que han creado un tándem perfecto y que son inseparables. Aunque no es la única actividad que realiza, sí que es en la que más disfruta, pues Pedro Bonmatí adora pasar tiempo en el campo, entrenando con su pony e, incluso, montando caballos de mayor embergadura con la finalidad de no acostumbrarse a los movimientos, gestos y manías de su pony, consiguiendo que sepa guiar a cualquier caballo que se le ofrezca montar.
