Juan Rodenas Cerdá nació en Elche en 1941, es médico de profesión, doctor en Medicina y licenciado en Historia, ha sido Profesor Asociado de Historia de la Medicina. Rodenas ha realizado varias veces donaciones, sumando 207 entre acuarelas, escritos y óleos. El artista ha declarado a este medio que el motivo de estas donaciones se debe a , “ que es obra que representa aspectos de Santa Pola y a ella se lo debo, no me gustaría que se perdiera y las personas que han representado y representan el Museo del Mar, como otras tantas, han significado mucho en mi relación con la Villa”.
Desde el año 1941 visita Santa Pola, no ha faltado ningún año, se siente totalmente integrado y por ello tiene casa aquí. Quiere aprovechar para agradecer “a todas las personas a quienes debo expresarme así, porque ellas son quienes me han ofrecido el cariño con el que ahora correspondo”.
Juan Rodenas, lo que recuerda con más cariño de la infancia son los largos atardeceres con la familia, sentados a la puerta de la casa oyendo historias de los mayores,
De la juventud destaca los encuentros con los amigos y amigas en las “barraquetes de la Playa de Levante”, los paseos por el puerto y las excursiones en bici.
A la pregunta, ¿Si tuviera que quedarse con algo de Santa Pola, qué es lo que más le gusta? Rodenas responde “no sé, pero me gusta saber que formo parte de ella, después de tantos años, que sé dónde estoy y me sobra con mirar el mar desde el salón de mi casa y escribir. En esencia, a pesar de tanto cambio, lo esencial de Santa Pola perdura para mí”.
Ha publicado diversos libros, varios de divulgación científica, sobre viajes, teatro y pensamientos. También ha realizado un gran número de artículos y colaboraciones en distintos medios de comunicación. Ha participado en cursos, simposios y congresos nacionales e internacionales, como asistente y ponente.
Estudió en las universidades de Granada y Barcelona, y desarrolló su trabajo principalmente como Médico Especialista del Hospital Universitario de Bellvitge, Hospitalet de Llobregat en Barcelona, de 1972 al 2006, siendo encargado de la Consulta de Proctología desde 1980 al 2006 y de la Sección de Motilidad Digestiva de 1990 a 2006.
Rodenas vive en Barcelona desde 1968, manteniendo su vinculación a Elche, su ciudad natal, y a Santa Pola, a la cual siente un profundo arraigo. Recibió clases de dibujo y modelación del escultor Pérez Alba. Expuso por primera vez en 1961, en la Primera Muestra de Pintores Locales de Elche. A partir de 1990 utiliza la acuarela como medio de expresión y ha presentado su obra en diversos certámenes.
Rodenas Cerdá ha inmortalizado a través de sus acuarelas las bellezas del patrimonio de Santa Pola, los trazos de sus pinceles han ilustrado lugares del municipio en los que el artista mantiene en su recuerdo.
En el año 1995 hizo la primera exposición en el Baluarte de Duque que estaba todavía sin reformar. En 2002 participó en el libro con motivo del I Congreso de Estudios Locales con una acuarela en las tapas y en el interior catorce acuarelas que donó ese año. Y en 2005 realizó una exposición titulada “Silencios”. En 2013 el artista presentó un cuaderno de acuarelas inéditas, también este año se atrevió con una exposición de fotografía. En 2016 realizó una charla en la Biblioteca Central centrada en su libro ‘Un tiempo por venir. Diario previo a una jubilación’, este mismo año también presentó su libro ‘Notas de amor para un pequeño libro’.
En la Biblioteca realizó en 2017 una interesante conferencia que tenía por título ‘La muerte en la historia de la pintura occidental’.
El pintor lleva siempre un cuaderno de dibujo, para tomar notas de los lugares que visita y recomponer después sus recuerdos. Y lo hace también en Santa Pola, donde tiene una casa desde la que mira el mar.
A Santa Pola vino por primera en el vientre de su madre, dice él, antes de nacer el 1 de agosto de 1941. Han pasado muchos años y ha podido plasmar la evolución de la Villa en sus notas y acuarelas. Obra, mucha de ella, que preserva actualmente el Museo del Mar.
Exposición y obra
El artista nos muestra los lugares más emblemáticos de Santa Pola que el pintor ha interiorizado, haciéndolos suyos. Dice el autor que Santa Pola era distinta, con casas de una planta, aljibe en un patio interior y la mayoría de calles sin asfaltar, veranear aquí era cosa diferente.
Su familia comenzaba la temporada estival en la villa para las festividades de San Jaime y Santa Ana, en una casa alquilada, cuya dueña doña Elena, madre de Jaime el guardia de la Sierra de Santa Pola casada con Ramón Mas El Tortola, el del Tenydor de redes en Antina, decía que en su niñez las olas del mar rompían sobre las murallas del Castell. Una leyenda que habría oído a sus mayores.
Rodenas Cerdá ha imaginado cómo sería el emblemático Castillo Fortaleza de Santa Pola, cuando se construyó en 1557 por encargo del Virrey de Valencia, Bernardino de Cárdenas, para defensa frente a los ataques corsarios, y él lo recuerda con casas adosadas a su lienzo de poniente, el Cine Chapí en la parte izquierda de su fachada principal, y sentado él en la terraza de sus muros, para ver correr las vaquillas. Esa tradición, que venía desde 1875, se prohibió en 1967 para la seguridad de las personas.
En sus obras ha plasmado lugares tan representativos como las torres vigías. Al pintor siempre le ha gustado pasear por el puerto pesquero, que pintó al óleo ya en 1958, cuando tenía 17 años; ver faenar, y observar el movimiento de barcos partiendo hacia la cercana isla de Tabarca. También ha plasmado la sierra con su vegetación y fauna, y muestra algunas construcciones que han de preservarse.
El pintor nos muestra también las ermitas del Rosario y la del Calvario desde donde se disfruta la singular vista de la bahía y el paisaje único del Parque Natural de las salinas, que a él le subyuga desde que vio cómo la sal era acarreada y tirada por bueyes. A las salinas Rodenas Cerdá ha dedicado especial atención en su obra para “recoger la luz, la atmósfera en la complejidad de lo sencillo y percibir los silencios que al alma comunican” explica él.