
Rubén Ginés Valero Blasco lleva inscrita la Fiesta en su ADN. Cuando nació, sus padres ya eran miembros de la comparsa Cavallers de Jaume I. A los tres años de desaparecer dicha orden, se fundó la comparsa Templarios, de la que la familia pasó a formar parte. Rubén debutó como Capitán Infantil en 2008 junto a sus padres y a su hermana, y repitió el cargo junto a su prima el año siguiente.
Desde una edad temprana, se sintió atraído por los actos de luchas, como el asalto moro y las embajadas. Por ello, cuando tuvo la edad suficiente para empuñar una espada, empezó a participar en ellos. Recuerda esta época con cariño, y comenta que ser Paladín “constituye un sueño para mí desde que veía a mi padre representando el mismo papel, o desde que empecé a manejar una espada en la playa”.
Su sueño se vio cumplido cuando fue seleccionado para ostentar dicho cargo en el 2020, pero que debido a la situación de emergencia sanitaria por el covid-19, no ha podido llevar a cabo. La cancelación de las fiestas le dio “pena”, y considera que lo que más le ha afectado ha sido no poder ser Paladín este año de la manera en la que tocaba. Un moro y un cristiano, se enfrentan para la defensa del Castillo. El vencedor de esa especie de torneo es el que lo gana”. La escenificación constituye un esfuerzo y dedicación que se realiza durante todo el año, porque “tiene que salir todo perfecto”. Valero añade que espera “estar a la altura, y ofrecer junto a mi contrincante un espectáculo igual a los que hasta ahora se han estado haciendo”. Como todos los Cargos Honoríficos del 2020, seguirá siendo el Paladín en el 2021, por lo que tendrá oportunidad el próximo año de mostrar al municipio todo el trabajo que ha realizado.
Con respecto al año que viene, Rubén afirma que piensa ya en las fiestas y las espera con muchas ganas. “El virus no se va a ir, eso está claro, pero confío en que la situación vaya cambiando y tengamos la oportunidad en 2021 de vivir las fiestas de nuevo, con los cambios necesarios para que sean seguras pero más o menos como siempre se han hecho”. Los días previos a la semana grande para él están siendo “raros, porque no están las calles adornadas, no escuchamos a las bandas de música y no nos vestimos. Tampoco estamos preparando ninguna barraca, como sería normal estos días”.
El Paladín echará de menos poder disfrutar de su cargo este año, momento que llevaba esperando mucho tiempo. A su vez, afirma que la programación alternativa propuesta por el Ayuntamiento le parece “una propuesta bastante buena, porque para el año tan complicado que hemos tenido, se van a poder hacer algunas cosas”.