Son más de tres mil las imágenes que puede llegar a tener Paco Juan, componente de los Garnero’s, en su archivo personal. Imágenes de una Santa Pola pretérita, casi desconocida hoy en día para la gran mayoría de los habitantes de la villa marinera. La muestra ‘Recordando. Imatges de Santa Pola’ (en la sala de exposiciones de la Casa de Cultura) abre una ventana al pasado, a las playas de poniente, al mercado de abastos, a una pretérita Glorieta, casi desierta, que sólo llenan de candor humano dos guardias civiles hablando con sendas mujeres. Vuelve a renacer la venta del cruce y los inicios de la gasolinera, “cuando todo era una nacional, con camiones en carreteras casi sin control”. Ahí, a la vera del asfalto, se posicionan tres niños: “por aquel entonces, no se tenía la noción del peligro que se tiene hoy”. Sirven estas imágenes para maravillarse del transcurrir del tiempo y, sobre todo, para comprobar cómo hemos avanzado como sociedad. La suciedad, en las paredes de la Plaza de Abastos, por ejemplo, llegaba hasta mitad de muro. Todo destartalado. “Hoy en día, esto es impensable, la gente no permitiría que esto pasase”.
Pero también habla de personas. De un jovencísimo José Garnero, posando junto a infantes que, con un palo hacían su fusil, más unos birretes muy a lo legionario. Habla de las “modernas del pueblo, de por aquel entonces. Las primeras chicas que se atrevían a cambiar los atuendos más conservadores y tradicionales”. Y se ven sonrisas de los que hoy son referentes en la vida social de la villa, posando felices en la playa.