Las Fiestas Patronales y de Moros y Cristianos 2018 han llegado a su fin, con ellas se esfuma el olor a pólvora, la música por las calles, y el ambiente que embriaga tanto a habitantes como a los turistas que visitan la villa marinera en estos ocho días en honor a la Virgen de Loreto. Ella ha sido la protagonista, como cada año, en los dos últimos días de estas tradicionales fiestas. Aunque la lluvia quiso hacerle competencia a la patrona, no impidió que los fieles le rindieran homenaje en uno de los actos más multitudinarios: la ofrenda floral. Tanto festeros, como festeras, y devotos a la Virgen de Loreto acudieron el pasado siete de septiembre a depositar su ramo de flores donde la emoción se palpaba en cada recoveco de la muralla del Castillo-Fortaleza. Por su parte, el día 8 la solemne procesión tuvo que modificar su recorrido por el mal tiempo. Este fue el motivo por el que la interpretación del Motete que se debía de realizar en la Glorieta se trasladara al interior de la Parroquia, con el fin de proteger de la lluvia a la Virgen. “Fue muy emocionante este momento, porque la acústica era muy buena y se escuchaba a todo el mundo cantar. Mucha gente coincide con esto”, comenta el párroco Lucas Galvañ. De aquí se dirigieron directamente al Castillo para interpretar el último motete, puesto que si el cielo no concedía una tregua y comenzaba a llover de nuevo, la Virgen de Loreto estaría a un paso de su casa (su ermita) para refugiarse.
Las fiestas continúan reuniendo a toda la familia a lo largo de estos ocho días, donde los tres primeros están dedicados exclusivamente a los Moros y Cristianos que cada año continúan desfilando y llenando de magia, pólvora, trajes de ensueño y música las calles de la villa marinera. Pero también hay espacio para que los más pequeños y pequeñas de la casa disfruten siendo los protagonistas. La carrera de cintas, el teatro infantil o el novedoso ‘Corre Bous’ de este año, han sido parte de las actividades destinadas al público infantil. La novedad de los ‘Corre Bous’, donde unos toros hinchables animaban a la gente a correr delante de sus cuernos fue uno de los momentos donde la gente más disfrutó, y sin la necesidad de incluir maltrato animal. Otra de las actividades donde las familias se juntaban se dio en el ‘sopar del cabasset’, donde alrededor de 800 personas compartieron mesa, mantel y comida, amenizados por un DJ a un extremo y una cantante en directo al otro. Pero, ¿qué sería de las Fiestas Patronales sin el desfile multicolor del día 6? La población espera con alegría y emoción este día, donde el baile y la música son los verdaderos protagonistas. Catorce comparsas, junto con la Corte de Honor y las Reinas mayor e infantil, tomaron las calles de Santa Pola para instalar una sonrisa en el público que no se borró mientras duró el desfile. La bomba final del castillo de fuegos artificiales del pasado día ocho indicaba el que las fiestas habían llegado a su fin, pero para las que ya ha comenzado la cuenta atrás para la celebración del año que viene.