
La pasada semana, durante los días 8 y 9 de enero, se reunieron en Barcelona los mejores fotógrafos documentales de boda de la comunidad internacional de fotógrafos documentales ‘Flecha en Blanco’.
Para la jornada de clausura se dieron a conocer los premiados de la colección 2019 divididos en diferentes categorías: fotógrafo/a del año, fotógrafo/a latinoamericano del año, fotógrafo/a revelación del año, fotografía individual del año y reportaje completo del año.
Entre los premiados destaca el fotógrafo santapolero José Miguel Ferrándiz Bonmatí, premiado y distinguido en varias ocasiones en la Comunidad durante 2019, siendo seleccionado como finalista y quedando en tercer lugar en la categoría de Mejor Reportaje de Boda 2019.
Con una carrera profesional de más de 30 años, José Miguel ha sido galardonado con el premio “Antonio Quijorna” en reconocimiento por toda su trayectoria ininterrumpida, constancia, esfuerzo, innovación creativa, y a la gran categoría humana y profesional que le identifica.
Flecha en Blanco es una comunidad internacional de fotógrafos documentales de boda, integrada por miembros de toda Latinoamérica, Europa y España, siendo esta última el lugar de su sede. El objetivo de esta comunidad es difundir la mejor fotografía documental de boda que se hace en el mundo, reivindicando un estilo fotográfico que refleje de modo estético y visual, pero fiel y espontáneo lo que sucede en esos eventos sociales huyendo de planteamientos efectistas, retoques y posados.
Conscientes de que en la actualidad la fotografía y los fotógrafos de bodas han logrado revolucionar esta especialidad artística al ofrecer muy particulares estilos y formas de reproducir sus instantáneas, Manuel Quijorna asegura que “nosotros nos enfocamos en la fotografía documental como línea de narrar en imágenes el mundo que converge en el entorno de las bodas”. Con esta inquietud, fue creada la Comunidad Flecha en Blanco, con la principal intención de crear un espacio de conexión y formación entre los profesionales de esta disciplina artística, reivindicando un estilo fotográfico real, una fotografía que refleje los momentos tal cual ocurren, sin trucos, sin posados, pero fiel y espontáneo a lo que sucede en esos eventos sociales, una fotografía con alma, una fotografía que identifica a José Miguel.