- La escritora santapolera presenta el que es ya su cuarto libro, alejado de la ficción romántica con la que nos ha deleitado, y se enfoca en el autoconocimiento y la autoayuda a través de sus vivencias
La autora santapolera Cristina Segarra estrena su cuarto libro. Un trabajo que huye de las novelas y se centra en el “amor propio, la paz mental y consigue que el lector reflexiones y empatice con las vivencias de los personajes, a través de relatos, frases...”. Esta escritora afirma que estamos ante un libro “muy bonito. Un libro de autoayuda y transformación. Es algo muy profundo de mi”.
‘Nacidos de mi ser’ es el título que lleva este cuarto trabajo, “que trata del amor propio, de perseguir tus sueños hasta conseguirlos. Sobre todo, de tu paz mental”, afirma. Considera que se ha de luchar para conseguir tu propia felicidad, no para cumplir con lo que digan los demás, “sino por tu propia realidad y por lo que tú quieres realmente”.
Como dice la sinopsis, el libro está inspirado en sus vivencias, “en lo que he ido aprendiendo. En mi hijo, sobre todo. Todo lo que he ido viviendo desde 2019 hasta ahora”. Se diferencia de trabajos anteriores en que se aleja de la novela romántica, adentrándose en la reflexión. “No hablamos de una historia lineal, de principio a fin. Hablamos de relatos, poemas, frases, ilustraciones... algo que te llega, porque nace de mi ser y llega al ser de los demás”.
Leer el libro sería conocer a Cristina, “porque me desnudo completamente. Quien no me conoce, realmente puede hacerlo aquí. Los lectores que me siguen, me conocen. Gente que no lo hace llega a Instagram dándome las gracias, porque se sienten muy identificados con lo que expreso. Lo consideran un chute de adrenalina, por el amor propio con el que hay que quererse, luchar por tus sueños, tener paz mental...”.
Aquello que te llena, has de abrazarlo, aquello que te hace mal, soltarlo. Esta sencilla máxima resulta compleja para muchos, pero es la que defiende la autora, “porque hay que saber dejar ir. Si no, nos enfocamos en lo negativo y lo positivo pasa de largo. Positivo es todo aquello que nos permite ser felices, tener paz mental. Amor propio, hasta las nubes”.
Su hijo, Daniel
Las páginas de ‘Nacidos de mi ser’ hablan sin tabúes de Cristina, pero son sobre todo las páginas en las que habla de su hijo las que tocan su fibra más sensible. Divorciada y madre joven, nos describe cómo se siente en su ausencia, pues tiene custodia compartida, “y cómo cuando lo tengo. Yo hablo de mi pequeño Daniel y me emociono”.
De hecho, su proceso escritor tiene mucho que ver con su hijo, “porque es a partir de tenerlo arreglado y durmiendo cuando voy a mi despacho... y suelto. Últimamente, como termino tan cansada del trabajo, tiro mucho de libreta. En los momentos que puedo lo paso al ordenador, sobre todo las mañanas que tengo libres y no tengo al niño. Mi rutina varía mucho de estar o no con Daniel, pero siempre me pongo con ello”.
Ayuda para muchos
Asegura que no se ha inspirado en ningún autor para sacar adelante este nuevo trabajo, “de hecho”, declara, “ni tan siquiera pensaba que vería la luz, porque lo hice como algo mío. Es muy íntimo y, de hecho, me costó bastante el pensar si lo ponía o no a la venta. Sin embargo, pensé que hay mucho divorcio, mucho amor tóxico, mucha baja estima. Así que mis frases de motivación, mis historias, para que nada te baje la sonrisa, se las lleva el lector porque, si me ayuda a mí, ayuda a mucha gente”.
Evolución de estilo
En sus trabajos previos ha tenido influencias de escritoras como Alice Kellen, toda una estrella de la novela romántica, “aunque a mí me gusta escribir erótica y mezclo ambos estilos. No sé escribir sólo romántica, sin poner algo del otro estilo. Es mi esencia. Aunque también la valenciana ‘Beta’ Coqueta y, cómo no, la también española Megan Maxwell, que ella es brutal y sí, toca mucho más erótico.
Para Cristina, la escritura es un continuo aprendizaje, porque nunca se deja de leer, o de hacer cursos. “Siempre voy evolucionando, pero creo que de 2019 hasta ahora lo he hecho brutalmente. En la primera novela fui con miedo, pero desde la segunda decidí que tenía que quitarme todos los tabúes. Así hasta llegar a este libro, donde lo he soltado, donde he vomitado todo”.Un cambio que, además, se ha operado también en ella.
El estilo de este trabajo es completamente diferente de sus tres novelas anteriores, pero sí que hay un crecimiento narrativo. El uso del lenguaje se aprende, se domina, “siempre me intento superar y creo que, de momento, lo estoy consiguiendo”.
Identificación
Espera que el lector se identifique con ‘Nacidos de mi ser’, porque ella consiguió superar sus problemas, ganar el amor propio “que no tenía antes. Encontré esa paz mental, que valoro enormemente. Quiero enseñar a la gente, precisamente, a eso, a que encuentren su paz mental. De verdad que es muy fácil vivir con muy poquito y me gustaría transmitir eso”.
“Sobre todo, la identificación viene con los divorcios. En concreto, tres mujeres me hablaban de su experiencia. De que eran madres solteras. Una de ellas, el padre no quería al niño (afortunadamente, no es mi caso). Lo pasó tan mal que este libro lo tiene, siempre, en su mesita. Hay frases que ella subraya y, cuando está baja, las vuelve a leer y se acuerda de mí. Eso, como persona, me llega un montón”.
Otras madres han tenido experiencias contrarias, pero similares: “a una la dejaron, otra dejó, pero les fue muy difícil superarlo. Se identifican mucho con los sentimientos que pongo en el libro, porque he escrito de mis peores momentos. Cómo he conseguido llegar a estar bien. Cómo encontré un amor después de mi divorcio y cómo he podido encontrarlo. Luego, no ha funcionado, pero lo he sentido. Ahí está todo”.
Futuros proyectos
De hecho, adelanta que ya está preparando una nueva novela, ‘Donde me lleven mis alas’. Lo ha parado unos meses, para poder centrarse en este trabajo que presentamos hoy. Tiene un nuevo trabajo a la vista, “sobre una chica que cree en el amor, pero por toxicidades no funciona. Ese libro lo quiero empezar, pero soy de las que les gusta empezar y terminar una cosa”.
Confiesa estar un tanto atascada con ‘Donde me lleven mis alas’. “Este proyecto me está costando, porque hablo del cáncer. Se me hace un nudo en la garganta y me pongo a llorar cuando leo el capítulo”. Al aplicar las máximas de dejar aquello que te hace daño, digamos que no encuentra la fortaleza adecuada para seguir adelante, aunque estamos seguros de que lo conseguirá.
También tiene en mente un proyecto más atrevido: “un compendio de relatos eróticos, autoconclusivos, que empiecen y terminen... creo que por proyectos ya tenemos suficientes”. Preguntada sobre si, además de los mencionados, se atreve a entrar en otros géneros, es brutalmente sincera: “No. Ni terror, ni novela negra, ni nada. Me gusta el suspense, porque mis novelas románticas también están cargadas de intriga. Pero sólo suspense, no podría hacerlo. De mi género no salgo, de momento”.
A los emergentes
Suelen ponerse en contacto con ella gente que no ha publicado, y siempre les doy el mismo consejo: “que sólo piensen en ellos mismos. Ellos y la pantalla o la libreta. No se puede escribir para gustar a los demás, y no, no es el camino. Tiene que gustarte lo que estás escribiendo para poder gustarle a los demás. Déjate guiar por ti mismo. Primero, soltarlo todo. Después, ya se verá”.
De la misma manera, el proceso creativo puede verse como una auténtica terapia. Más en su caso, pues cuando estaba mal se refugiaba en las palabras, “yo lo suelto y te quedas a gusto. Es como llorar, pero escribiendo”.
Asegura que todo ese proceso catárquico ha tenido una grata recompensa, que no es otra que tener el tomo de su cuarto trabajo en la mano. “Es un proceso que lleva desde 2019. Escribes, lo vas dejando. No ha sido de principio a fin, que voy capítulo por capítulo. Cuando has escrito el libro, tienes la portada y la sinopsis, y te llega el libro a casa... el corazón me explota”. Un instante de alegría que, además, siempre quiere compartir con su hijo Daniel.
“Vale la pena, totalmente, escribir”, declara y, precisamente porque es muy positiva, no tiene prisa, pero está casi segura que podrá vivir de la literatura: “quien la sigue, la consigue. Siento que estoy aprendiendo y el aprendizaje lleva su tiempo. Como no estoy al 100%, de momento no puedo vivir de esto, pero sé que, en un futuro, no sé, hay algo que me lo dice, llegaré. Quizás no a comer, pero sí subir peldaños”.
Un prólogo de altura
Agradece enormemente el apoyo recibido por el escritor Alfonso Genique, quien ha realizado el prólogo de ‘Nacidos de mi ser’. “Alfonso es un amor, lo conozco desde 2019. Ha sido un gran apoyo para el libro, porque él también estaba atravesando una separación. Nos hemos apoyado mutuamente. Sin habernos visto las caras, me ha descrito por completo”.
También agradece el trabajo a sus “lectoras cero... que me dan su opinión sobre el tema, portada, correcciones, me dan feedbak. Les agradezco su apoyo a todos ellos, a los lectores, por supuesto y a vosotros por vuestro apoyo”.