Un gran susto se llevó la propietaria de la céntrica perfumería Mari Luz, Mari Luz Ausó, cuando el Domingo de Ramos le avisó la Guardia Civil de que tenían un chivatazo y de que iban a hacer un butrón en su establecimiento para robarle. Y el lunes de madrugada se produjo el desenlace, la Guardia Civil cogió “in fraganti” a los butroneros. Se trata de cuatro personas de origen rumano, pertenecientes a una banda especializada en este tipo de delitos y que ahora ha sido desmantelada.
“Fueron totalmente silenciosos, los mismos vecinos nos han dicho que no han oído nada, se ve que tienen unas herramientas muy precisas”, comenta Mari Luz Ausó. Éste ya es el cuarto intento de robo que sufre esta perfumería. Solo una vez los ladrones tuvieron éxito, y hace seis años, entraron por la puerta y robaron.
Días antes de cometer el robo, uno de los integrantes de la banda había cambiado la cerradura de la planta baja contigua y colocado un candado, para entrar y salir sin levantar sospechas.
Entre algunas personas ha corrido el rumor de que en la banda implicada en el robo hay un grupo de albañiles rumanos que recientemente realizaron una reforma en el centro de estética contiguo a la casa donde estaba el butrón, pero no es así, tal y como quiera aclarar la responsable de este centro de estética. Estos albañiles, asentados en Santa Pola desde hace años, continúan trabajando y nada tienen que ver en este asunto delictivo.