Casi como un día laborable más. Ese fue el aspecto que presentaba Santa Pola en este 29 de septiembre, en el que los sindicatos habían convocado una Huelga General para protestar contra la reforma laboral del Gobierno.
Los representantes de ambos sindicatos convocantes, Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CC.OO) reconocían esta escasa incidencia del paro durante la concentración convocada a las doce del mediodía junto al Ayuntamiento y a la que apenas acudieron unas decenas de trabajadores (entre ellos, el portavoz de Compromís, Federico Zaragoza).
“A pesar de toda la información y de las asambleas que ha habido en empresas y el Ayuntamiento, hay muy poco seguimiento en nuestra localidad y la actividad de los propios sindicatos se ha centrado en las localidades cabeceras de comarca, como Elche”, señalaba Felipe Manzanaro, de CC.OO. Así, en nuestra localidad no hubo piquetes informativos y fue una jornada totalmente tranquila. “En Santa Pola no hay industria, es una ciudad de servicios, no hay grandes empresas y los pequeños negocios han abierto con normalidad”, indicaba Manzanaro.
Toda la flota pesquera salió a faenar, los comercios estaban abiertos casi en su totalidad y los supermercados y medianas superficies también ofrecieron sus servicios con normalidad. En todos los colegios hubo clase y fueron muy pocos los docentes que se sumaron al paro. El Centro de Salud también funcionó como un día más.
En cuanto al Ayuntamiento, los sindicatos cifraron el seguimiento de los funcionarios y del personal laboral de, como máximo, el 10 por ciento de la plantilla.
Sí tuvieron alguna complicación los que quisieron utilizar el transporte interurbano ya que los autobuses hacia Elche, por ejemplo, salieron cada tres horas en vez de tener la periodicidad de una hora, como está estipulado en el horario de invierno.
“En las grandes zonas industriales sí que se ha notado que ha habido un descenso del 21% en el consumo de electricidad, lo que supone unos 10 millones de huelguistas, pero en Santa Pola apenas tenemos industria y el paro no se ha notado”, comentaba Pepe Sempere, representante de UGT. Ambos sindicalistas coincidieron en resaltar, además, que la gente no había llegado a comprender la importancia de esta reforma laboral, que establece “un despido más fácil, barato y eficaz para los empresarios” y el alcance que tendrá la reforma de las pensiones.