Ana Blasco, concejala Servicios Sociales del Ayuntamiento de Santa Pola se emociona cuando habla, concretamente, sobre el área de responsabilidad que, según afirma, “es la que más preocupa a todo el Ayuntamiento. De hecho, el incremento de la partida presupuestaria destinada a Servicios Sociales ha pasado de 93.000 euros en el año 2006 a 256.000 en el año 2012”. Se siente la edil respaldada en su acción no sólo por los técnicos y trabajadores sociales que componene la unidad, “sino también por el resto de los compañeros y, especialmente, por el Alcalde”. De hecho, comenta que las partidas para ayudas son prioritarias y “como en años anteriores ha ocurrido, si 18.000 euros de Fiestas tienen que destinarse a este tipo de partidas, se destinan sin discusión”.
Por su parte, José Ignacio Peinado, coordinador de Servicios Sociales en el Ayuntamiento de Santa Pola, quería explicar junto con la concejala las ayudas con carácter finalista (Prestaciones Económicas Individuales de Emergencia) que se ponen en manos de todo santapolero que lo necesite “y que pase, por supuesto, un completo proceso de estudio de su caso, de forma personalizada, e incidiendo en los aspectos que mas pueden interesarles económicamente, así como en el resto de acciones complementarias a ejercer”.
Dentro de este tipo de ayudas se engloba la alimentaria, de alquiler o de uso habitual de vivienda y la de gastos corrientes sobre la misma (luz, agua, butano...). “Comenzamos con una entrevista personal, donde vemos qué tipo de ayuda necesitan, si es preceptiva o complementaria y solicitamos al interesado toda la documentación necesaria”. Posteriormente, en una segunda entrevista, se incide sobre la situación familiar, los gastos medios que tienen, “y, sobre todo, los incluimos en programas de búsqueda activa de empleo, gestión del gasto familiar y un largo etcétera, todo en coordinación con la Agencia de Desarrollo Local”, añadía Ana Blasco”.
Pasar el bache
El objetivo, aclaraba Peinado, “es ayudar a la gente a atravesar el bache económico que están teniendo, ofrecerles las herramientas para superarlo no sólo económicas, también de apoyo psicológico, escolar, familiar...”. En cuanto a números de estas ayudas de carácter finalista, destaca el hecho de que, en todo el año 2012, fueron 103.000 euros los entregados a ayudas al alquiler y de vivienda habitual. “En lo que llevamos de 2013, ya se han destinado 108.000 euros”, explicaba Ana Blasco. en lo referente al reparto de alimentos, 270 familias fueron atendidas en el año 2012, “en 2013 tenemos 303. Esta ayuda, en particular, es coordinada junto con otras asociaciones como Plato Solidario, Aracelia, Cáritas o Cruz Roja, las cuales exigen tener los mismos requisitos a nivel de documentación que nosotros”. La buena noticia a este respecto es que, afortunadamente, en época estival aumentan las contrataciones, “con lo que se interrumpe, que no suspende, este servicio de asistencia hasta que, nuevamente, vuelven a ser demandantes de empleo”. Quería aclarar José Ignacio Peinado que “además, coincide con el año natural, por lo que, a partir del mes de diciembre, las familias tienen que volver a presentar la solicitud correspondiente”.
Monitorización
Elementos de control, también existen, “porque, obviamente, no se va a dar a cambio de nada. En cuanto al alquiler, han de acercarse al Centro Cívico con el resguardo de la transferencia del mes corriente y, con eso como prueba, se les abona la parte proporcional de la ayuda”. También se coordinan con los centros educativos y la Policía Local “para realizar un control de cara al absentismo escolar, vacunación de los niños, salubridad, horarios, control del hogar”. También los trabajadores sociales, gracias a las entrevistas personalizadas, pueden detectar casos de drogodependencias, alcoholismo, mala relación familiar, “con lo que, acto seguido, se derivan a los servicios de salud que hagan falta”.
Todo este proceso, que puede llevar entre 20 días y un mes desde su solicitud, “tiene su trámite de urgencia, en el que la Junta de Gobierno Local puede aprobar, en el lapso escaso de una semana, el paquete asistencial que la familia o persona en cuestión necesite”.
Finalmente, tanto Blasco como Peinado apuntaban a la importancia del apoyo familiar ante este tipo de situaciones. “En muchos casos, si no fuera por los padres o la pensión del abuelo, el impacto social que tendría la crisis sería mucho mayor”.
“Desde aquí trabajamos para paliar la situación de la gente que no tiene ese respaldo... y todos, todos dan lo mejor de sí a este respecto”, insistía Blasco ante las críticas de algunos sectores, “por desgracia, nunca es suficiente, puesto que cada caso implica una problemática y, para el afectado, es un auténtico drama que requiere solución inmediata”.
