Antonio Espinosa, músico, maestro, Pregonero de las Fiestas Patronales 2013 es no sólo un lujo, también un placer edificante. Previamente a la entrevista narra y describe con lujos de detalles, a la sombra de una terraza y un buen café, sus experiencias en la madrileña sala Morocco, “que por aquellos entonces, en los sesenta, era junto con Pasapoga la mejor sala de todo Madrid. Hasta tres bandas tenía todas las noches, todas ellas compuestas por músicos increíbles. No sólo era trabajar cada noche, era aprender de los mejores”. Hilvana su evolución musical con la de la villa; sus vivencias personales con las noches en Teherán donde, emocionados, entonaban las canciones sacras de la comarca con gran emoción.
De esta forma, como es él, abierto, sincero y amante de la música, “que siempre ha sido mi mejor amiga”, será su pregón. “Ante todo, lo confieso, será distinto. Y todo lo distinto conlleva su riesgo. Tendrá aceptación y tendrá detractores, pero eso siempre pasa cuando te subes a un escenario”. ¿Dónde radicará la diferencia? “Pues en la música, que es lo único que conozco un poquito y mi mejor forma de expresión. Además, acudir a la hemeroteca, sacar datos y entroncarlos con mi vida no es mi estilo. Mi estilo es hablar a través de un instrumento, de una composición, de una orquesta”. En breves pinceladas, puesto que, como buen artista, es celoso del factor sorpresa, adelanta que “se intercalarán partes narradas con partes cantadas. Habrá una orquesta acompañándome, proyección audiovisual, voces infantiles y alguna que otra sorpresa más”.

Lo bueno, si breve...

Como dato anecdótico, y que apunta un poco hacia dónde se encaminará la mágica noche del sábado 31, a partir de las 22.30 horas, comentaba Espinosa que entregó su primer borrador a Pascual Ruso Alba, “un gran amigo. Cuando le pregunto qué le parece, su primera impresión es la de alegría. Extrañado le pregunto el porqué y contesta: ‘pues verás Antonio, aquí me has presentado diez folios por una cara cuando lo normal son entre 50 y 60 por las dos’. Con eso, creo que se describe, en líneas generales, cómo va a ser mi pregón… yo sólo puedo hablar con la música”.
La madeja se va desenmarañando lentamente. “Hablaré de mis maestros, de mis primeras experiencias al piano. De Santa Pola y, sobre todo, daré las gracias a todos los que hacen posible estas fiestas”. También estará presente su infancia, eminentemente musical y su búsqueda del conocimiento, “buscando siempre a los mejores profesores, algo que siempre recomiendo a mis alumnos, junto con la idea de que, si estudian música, que sea porque la disfrutan, porque la viven, no porque quieran vivir de ella. Para eso, mejor que se dediquen a otra cosa”.
Confiesa que se siente incapaz de hacer un ejercicio de falsa modestia y negar lo evidente, que no es otra cosa que su carácter permanente de creador, de innovador. “Hasta que yo llegué en el 69 aquí no había música. Introduje música en la Plegaria, creé la Serenata a la Virgen, la Coral Levantina, el Coro Infantil Virgen de Loreto, la Coral de la Tercera Edad… me sabe mal decirlo, pero es que es así”.

Estreno de fantasía

Dentro del aspecto y espectro musical que podremos disfrutar en el Pregón, adelanta algunas cosas, entre ellas importantes novedades. “Estamos preparando una obra nueva, llamada Nella Fantasía. Algo, he de confesar, impresionante. Llevaba detrás de ella muchos años, detrás de la pieza de Celtic Woman y dije, esta no se me escapa. Y, creo, que, si todo va bien, saldrá algo redondo”. También podremos deleitarnos con una pasodoble muy nuestro, “algo inédito del maestro Alfosea que mandó en su tiempo a Los Seis de España y que, esa noche, cantaré yo”.
Finalmente, confiesa que no está nervioso, aunque siente el peso de la responsabilidad. “Han sido muchos años frente al público, pero nunca desaparece del todo esa sensación de expectación, de ver qué pasará, cómo resultará. Ante todo, yo iré a pasármelo bien y a disfrutar de mi mejor amiga, con la que siempre he jugado y siempre me ha acompañado”.